Leo mi última entrada, y me muero de pena.
Algo termina, como antes, se termina. ¿Qué fue real? ¿Qué no lo fue? ¿Y si todo fue real? ¿Qué es la realidad?
La realidad es el cuarto movimiento de La ley innata. Lo que eso significa, es que las cosas reales son las que nos hacen vibrar. Vibraciones es lo que yo busco desesperada, y hace tiempo que estoy tirada en la orilla del mar, sin que la marea ni me toque. ¿Acaso no hay una gran ola cada siete olas? ¿Nos mintieron? ¿Nos dejamos engañar? Quizá Leo Leike y Emmi Rothner no estaban hechos el uno para el otro. Pasaron muchas cosas, muchas si señor, pero, por mucho que lucharon, solo leímos hasta el final del libro, no sabemos qué pasó después, no hay una nueva entrega de las amorosas aventuras de Emmi y Leo de suplemento con el periódico los domingos.
Las cosas terminan, las épocas acaban. Se termina el verano y empieza el otoño. Llega octubre... No quiero otro octubre en mi vida. El pasado fue demasiado feliz, incomparable con el que estoy a punto de pasar.
¡Quiero viajar en el tiempo, quiero mis superpoderes de vuelta! Quiero mi colección de recuerdos, sin sentirme mal por conservarlos. Recuerdos de hace miles de años, de cuando yo siquiera había nacido. Quiero mis recuerdos aquí de nuevo, quiero dormirme y despertarme en paz, en calma.
Vuelve, Calma chicha, a mi lado.
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