Es curioso lo fácil que es deshacer un camino en la arena, comparado con lo difícil que resulta desandar toda una vida. Pensar en cada momento que llevo detrás, en lo que entonces pensaba, cada uno de mis pensamientos, es realmente complicado pararse y ser completamente consciente de qué es lo que ha pasado, de cómo hemos podido llegar aquí.

Los caprichos del azar y las dichosas casualidades que nos depara el destino son las que, poco a poco, de forma constante, van enredando cada instante de una vida, enlazando pasos con pasos, cruzando y descruzando ríos, mares, tierras, y otros caminos tomados. Hay veces que volverás a pisar una arena que ya has pisado, es inevitable tomar atajos para llegar a tu destino, y visto de otro lado, ¿Qué destino? Lo que si se es que el suelo al que retornas ya no será el mismo, otros habrán pisado, el aire habrá borrado tus pisadas, y ese ya nunca será el camino que tu hiciste, si no el camino que dejaste en el pasado.